Organizarse para poder pensar…

El tiempo, esa maravillosa excusa que nos ponemos todos para dejar de hacer lo que más nos cuesta empezar y que nos evita centrarnos en lo verdaderamente importante…nosotros mismos. Es mucho más fácil decirnos: «estoy muy ocupado, ahora no puedo hacer eso» que admitir que nos falta organización y que no nos hemos parado a determinar realmente cuales son nuestros objetivos y qué queremos conseguir con todo lo que hacemos.

Y sin embargo es básico: para llegar a algún sitio primero hay que saber hacia donde se quiere ir. Tenemos que meditar qué nos gustaría ser, por qué nos gustaría destacar en nuestro trabajo o, simplemente, para qué cosas nos gustaría tener tiempo en nuestra vida diaria.

Una vez clarificados tus objetivos la organización lo es todo, y no simplemente en el trabajo, porque para poder hacer lo que te propongas hay que asignarle a cada meta un momento en tu semana, hay que guardar un hueco para hacer aquello que tienes que hacer o que simplemente te hace sentirte bien. Pero no sólo consiste en llenarse la semana de tareas obligatorias, has de  saber distinguir entre las cosas verdaderamente importantes de las urgentes, necesitas diferenciar las cosas que puedes hacer en 5m de las que debes posponer e incluso delegar a una parte de tu equipo.

Prueba esto: reserva un tiempo del viernes para organizar el trabajo de la semana siguiente y verás como empiezas a ver mucho más claro en que gastas tu tiempo. Gestiona las interrupciones y ponles un momento para atenderlas, no caigas en el clásico error de creer que porque pones en marcha inmediatamente lo que entra en tu Mail o por teléfono estas siendo más productivo; siempre es mejor hacer las cosas pensándolas que trabajar por inercia, porque cuando las abordamos según van apareciendo simplemente repetimos todos los días lo mismo así que nunca haremos nada diferente ni podremos mejorarlo.

La creatividad necesita tiempo, como también lo necesitas tú: para leer, para disfrutar, para escuchar música o simplemente para estar con los tuyos…y, como leí el otro día en un blog de productividad: «Si piensas que no tienes tiempo, ¡deja de ver la televisión!»…descubrirás la cantidad de horas que tiene un día.

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